sábado, 27 de agosto de 2022

La dama de blanco

 La dama de blanco

La tarde finalizaba y la noche comenzaba a cubrir el camino de retorno a la villa, después de los festejos por el cumpleaños de un compadre radicado en el pueblo de Marco, don Florencio con poncho y sombrero apuraba el paso montado sobre su caballo. Todo parecía normal y en ese trayecto solo se escuchaba el galope y la melodía de su silbido como compañía.

Después de un trecho avanzado, al estar cerca a la quebrada de Quipailla divisó que una extraña y agraciada joven vestida completamente de blanco se encontraba sentada sobre una piedra junto a la poza de agua que se avistaba desde el camino, al acercarse hizo un intento por hablarle, pero notó que su expresión reflejaba tristeza y aparentemente lloraba por lo que optó por invitarle a venir con él al pueblo para que se abrigue y se reponga de lo que posiblemente pudo haberla ocurrido.

Con mucha delicadeza la tomó del brazo y con extremo cuidado la hizo subir al caballo que relinchaba como advirtiendo que algo extraño ocurría. A pesar de ello logró hacerla cabalgar y reiniciar el camino de retorno. Avanzaba delante, con la soga en una mano, un cigarrillo en la otra y de rato en rato silbando las tonadas de alguna sentida melodía, por momentos volteaba a ver a la joven notando un raro resplandor que reflejaba una extrema palidez en la cara, a lo cual no dio importancia pensando que era producido por la luna que con cierto brillo a aquella noche acompañaba.

Así fue avanzando, pasó por Otacocha y estando cerca de la entrada del pueblo, desde donde ya podía notar una parte de la Cruz de Soncococha, el caballo hizo un paro intempestivo negándose a avanzar a pesar de su esforzado y enérgico arreo. La palidez de la joven había avanzado en extremo optando por bajarla y llevarla entre en sus brazos para dejarla bajo la cruz, en la peaña, e ir por ayuda. Conforme se acercaba al verde madero la dama trataba de impedirlo y en cada paso el peso era menor; a punto de llegar notó que los pies y las manos cambiaban de forma convirtiéndose en huesos de un esqueleto.

Asustado soltó la carga y corrió desesperado al pueblo implorando auxilio. Para su suerte, a pesar de la hora, tres pobladores llenaban agua en la fuente de La Pila y pudieron escuchar sus gritos saliendo a su encuentro y acompañándolo a ver qué ocurría. Al llegar solo encontraron el vestido blanco, arrugado y casi desecho. 

Algo temerosos juntaron los restos de la blanca tela que quedaba y lo pusieron bajo la cruz, mientras se persignaban y rezaban pudieron observar que se desintegraban siendo esparcidos hasta desaparecer con facilidad por una extraña e inusual brisa. Sorprendidos recogieron al caballo e iniciaron el camino de retorno al pueblo; de la dama de blanco ya nada existía.

                                 “Junto al fogón”. Relatos de vida y del alma

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quipán, información topográfica

https://es-pe.topographic-map.com/map-vvv651/Quipan/?center=-11.43696%2C-77.64038&popup=-11.47285%2C-76.78221&zoom=8